(CORTESIA DIARIO DE LOS ANDES) El pueblo de Motatán ante las deplorables condiciones en su calidad de vida, exige al alcalde Elmer Palma cuentas claras en su presentación de memoria y cuenta en cuatro paredes, sobre el manejo de los cuantiosos dineros que ingresaron al tesoro municipal durante el año 2010.
Es la posición de Douglas Abreu, luchador social, quien dijo que "los mismos no se ven reflejados en obras de inversión social en ninguna de las parroquias conformadas en su mayoría por sectores populares donde abunda la pobreza crítica, desempleo, ranchos, pésimos servicios públicos, desastrosa vialidad e inseguridad ciudadana".
No es posible, advirtió Abreu, que la calidad de vida de los motatanenses vaya en franco deterioro por la improvisación, incapacidad gerencial y negligencia gubernamental mostrada durante estos dos años de gobierno socialista, convirtiendo a la Alcaldía en un antro de corrupción, donde los guisos están a la orden del día por el clientelismo político y la burocracia.
Un ejemplo, manifestó Abreu, es la ejecución de obras, que son pocas y no se terminan pero sí cobradas totalmente, como lo sucedido con la construcción de cloacas en el barrio Alberto Ravell, la pavimentación en concreto rígido en San Nicolás, el abandono de la Plaza Bolívar y el templo parroquial de la iglesia Inmaculada Concepción de Motatán.
Ante esta triste realidad a la vista de propios y extraños, dijo Abreu para finalizar, corresponde a los concejales y la Contraloría Municipal analizar y evaluar dicho informe para pronunciarse y actuar en consecuencia con relación a las denuncias sobre corrupción. CM
No es posible, advirtió Abreu, que la calidad de vida de los motatanenses vaya en franco deterioro por la improvisación, incapacidad gerencial y negligencia gubernamental mostrada durante estos dos años de gobierno socialista, convirtiendo a la Alcaldía en un antro de corrupción, donde los guisos están a la orden del día por el clientelismo político y la burocracia.
Un ejemplo, manifestó Abreu, es la ejecución de obras, que son pocas y no se terminan pero sí cobradas totalmente, como lo sucedido con la construcción de cloacas en el barrio Alberto Ravell, la pavimentación en concreto rígido en San Nicolás, el abandono de la Plaza Bolívar y el templo parroquial de la iglesia Inmaculada Concepción de Motatán.
Ante esta triste realidad a la vista de propios y extraños, dijo Abreu para finalizar, corresponde a los concejales y la Contraloría Municipal analizar y evaluar dicho informe para pronunciarse y actuar en consecuencia con relación a las denuncias sobre corrupción. CM
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